¿Alguna de vosotras está embarazada en el último trimestre? ¿Os sentís enoooormes?
O tal vez estéis buscando a vuestro bebé con mucho ahínco y necesitáis creer en vuestra fertilidad.
Criando con mucho arte hoy dedicamos un rato a las Venus Paleolíticas, unas esculturas de pequeño tamaño en forma de mujer en las que destacan los pechos, el vientre y las caderas. Se consideran figuras propiciatorias de la fertilidad.
La fertilidad era un asunto fundamental en una especie que aún lucha por la supervivencia, aquellos grupos de Homo sapiens de alrededor 30.000 años consideraban de grandísima importancia la fertilidad de las plantas, los animales y por supuesto de sus mujeres, simbolizaban la riqueza y variedad, la abundancia y el fin de las penurias.
Ahora quiero que penséis en las grandes religiones monoteístas de la actualidad y que para todas ellas Dios es hombre: para los cristianos, para los musulmanes, para los budistas, para los judíos,... Pero para aquellos hombres cazadores-recolectores la madre naturaleza era fundamental, era la que los alimentaba y servía de abrigo, la que ofrecía todos sus bienes y dones para ellos. Para ellos la deidad más importante era seguro mujer!
Pero no una mujer delgaducha y poca cosa que se muriera de frío y hambre el primer invierno, sino una mujer abundante, fuerte y con grasa de reserva para mantenerse a sí misma y a sus crías. El símbolo de ser sana, completa y fértil.
La próxima vez que creáis que estáis enormes y que os sobran cartucheras, pensad que sois una diosa del Paleolítico y listos!!!
Estas son las Venus de Willendord, la de Lespugue y la de Laussel.
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