LA PRIMAVERA DE BOTICELLI

La primavera ha llegado hace poco a Mallorca, después de un invierno demasiado suave tenemos aquí la mejor estación de todas, en las que los días se van alargando, salen las flores, las hormonas se revolucionan y todo parece más bello.

Siempre me siento más animada en esta época del año y me he acordado enseguida de la gran obra maestra La Primavera, de Botticelli. Y os preguntaréis que pinta un cuadro sobre la primavera en un blog sobre crianza... Os preguntáis bien, pero la primavera simboliza el renacimiento, el surgir de la vida en la naturaleza, la época en que las plantas renacen y los animales buscan de nuevo una pareja con la que compartir nido y procrear. 

En este magnífico cuadro de 1480, Sandro Botticcelli tiene como figura central a Venus, diosa del amor, la belleza y la fertilidad. Esas, amigas mías, somos nosotras en este momento; representamos a esa fertilidad cuidando de nuestros hijos, en el acto de amor más bello que existe! (Qué bonito me ha quedado!) Por cierto, os habéis fijado en la panza abultada de la diosa, embarazada fijo. Se admiten apuestas sobre cuantos meses o semanas.
Cupido se encuentra justo sobre ella a punto de disparar una de sus flechas a una de las Tres Gracias que bailan en círculo en paños transparentes. En el extremo izquierdo el dios Mercurio observa algo apartando las ramas de los árboles.
A la derecha de Venus encontramos un grupo de tres: el viento Céfiro de color azul, atrapa y persigue a la ninfa Cloris que comienza a florecer y da paso a la Primavera en sí, a la diosa Flora, que da nombre al famoso cuadro.