sábado, 16 de abril de 2016

DRIPPING, PARA GUARREAR CON VUESTROS PEQUES Y UN POCO DE PINTURA

No hace mucho una mamá me dijo que le encantaba Pollok, un pintor que por cierto está requecotizadísimo. Sus cuadros son de los más caros en el mercado en la actualidad. A mi siempre me ha gustado, y es que soy muy fan del arte contemporáneo.
Pero en lugar de hablar de este pintor os voy a proponer una actividad con vuestros peques ya creciditos, que uséis la misma técnica que usaba él: el dripping. Esta palabra deriva del inglés "drip": gota y consiste en dejar chorrear la pintura directamente del bote, de las manos, de un pincel, una escoba o lo que le fuera más útil en el momento. 



Según mi pinto de vista son cuadros muy expresivos, coloridos e inmediatos. Yo os propongo dos actividades relacionadas:

1. Le forráis el suelo (si hace falta las paredes y muebles) a vuestro peque y le dejais que meta las manos en la pintura. La cosa es hacerlo con los más mayorcitos para hacerles entender que buscamos gotas. Les prestamos un pincel, un cepillo de dientes, una escobilla, y material por el estilo para que las lancen con fuerza si hace falta. Lo de mojar las manos y embadurnar la tela ya lo habréis hecho en muchas ocasiones, esta es otra versión.

2. Hace nada que Julia come y me he dado cuenta que por cada miligramo que entra en su boca, unos 50 van al suelo bajo su sillita. Podríamos crear un dripping de comida colocando un gran papel de esos que los restaurantes usan de mantel debajo de la trona durante varios días y veremos que estropicio más divertido nos dejan con las marcas dejadas por la comida. Suena muy cochino pero muuuuuy divertido.
Os propongo que me enviéis vuestros resultados tanto del experimento uno como del dos y los compartamos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario