martes, 7 de junio de 2016

CRIANDO UN BEBÉ EN AL-ANDALUS

Hoy quería detenerme en un momento de la Historia de la Península Ibérica especialmente rico, el dominio musulmán de gran parte del territorio durante la Edad Media, también conocido como Al Andalus. Cómo serían las mujeres de ese momento y lugar concreto, como vivirían su familia y su maternidad. Nos encontramos con el problema de que en el arte islámico no aparecen representaciones figurativas con las que ilustrar los detalles que quiero dejaros.
El dominio musulmán en la Península se extendió desde el S. VIII hasta el XV, casi ocho siglos de cultura que serán determinantes en nuestra historia. La convivencia de los dos pueblos, el cristiano del norte y el musulmán del sur dio como resultado uno de los momentos históricos más interesantes. 

LA MUJER EN LA CULTURA DE AL-ANDALUS

Los pueblos bárbaros del norte de Europa estaban sumidos en una cultura primitiva y se acercaron a una cultura más elevada y rica llegada de Oriente. A muchos les extrañará, pero era una sociedad más libre e igualitaria. La mujer cristiana no podía expresarse en público, ni ser educada igual que el hombre ni acceder a la cultura.


En cambio encontraremos casos de médicas, poetisas, educadoras... "Por naturaleza y por necesidad ha recaído en manos de la mujer la responsabilidad de iniciar a los niños en el uso de la lengua y en la práctica de la religión musulmana". Entre los muchos oficios que ejercían quería destacaros dos en relación al tema del blog.

-  Qabila o comadrona que no sólo asistía en los partos, sino como testigo legal en caso de la muerte de un niño o de confirmación de un embarazo.

- El oficio de nodriza era muy importante socialmente. Se la contrataba en caso de que la madre estuviera enferma, no tuviera leche o que por su condición social no quisiera amamantar al recién nacido. Algo muy curioso es que se equiparaba el parentesco natural al de leche, no se podían casar los que habían sido amamantados por la misma nodriza, se consideraban hermanos. La tradición, que no siempre se cumplía, obligaba a aquella mujer que daba pecho a abstenerse de tener relaciones sexuales.

LA FAMILIA Y LA MUJER ANDALUSÍ

Pero hoy no hablaremos de la presencia de la mujer andalusí en el ámbito público, sino en el privado, en el de la familia. 

La mayoría de las familias andalusíes eran monógamas, sólo en las familias ricas era frecuente la poligamia. Si lo comparamos con el resto del mundo musulmán en la Edad Media, la mujer andalusí tenía mucha consideración, su opinión era tenida en cuenta y tenía el poder de exigir condiciones a su futuro marido. El juez podía conceder el divorcio solicitado por la mujer, que podía acudir a la justicia para reclamar sus derechos.

La mujer era el núcleo principal de la familia y de la estructura social, desempeñando un papel importante como formadora, educadora y trasmisora de la cultura y los valores sociales. Ella enseñaba, en caso de ser de una familia acomodada, las nociones de lectura y escritura.

La familia era patriarcal ya que el padre era el responsable de cubrir todas las necesidades de la familia, era el cabeza de familia. La esposa contraía unas obligaciones respecto al marido a cambio de recibir de este la dote y la manutención. Ella estaba a cargo de los hijos; según palabras de Al-Maqqari “La mujer es la que siembra a los hijos, es ella la flor del paraíso y la paz de un corazón cansado por el pensar”. 
Añadamos un poco de cotilleo extra. Muchos conoceréis los baños árabes, ¿verdad? En la Córdoba califal llegaron a existir más de 600. Las mujeres iban sólo en el turno de la tarde, donde se lavaban, embellecían, merendaban... Usaban pasta depilatoria, henna, aceite de violetas, perfume de almizcle y jazmín, jabón arcilloso para el cabello, antimonio para realzar la mirada (kohol), corteza de nuez para entintar labios y encías...

EL EMBARAZO EN AL-ANDALUS

La información que tenemos sobre el embarazo y concepción en Al-Andalus es extraordinaria gracias a una obra del médico Arib Ibn Sa'id: El libro de la generación del feto, el tratamiento de las mujeres embarazadas y de los recién nacidos, escrita en el S. X. Recoge el saber de la Antigua Grecia y de los médicos árabes orientales. 
Expone cosas tan curiosas como la manera de saber el sexo del bebé durante el embarazo, dependiendo del tamaño de los pechos de la madre, si el derecho es mayor será niño y si es el izquierdo será niña. También habla de las manchas que aparecen en la cara de las embarazadas, el orden de formación de los órganos,...
Una vez ha nacido el niño comenta que la comadrona lo puede untar con una mezcla de agua, cinamomo, sal, costo, zumaque, alholva y cebada. La persona que lo lave después debe hacerlo con mucho cuidado y debe llevar las uñas muy bien cortadas. "El recién nacido es tan frágil como una flor y hay que mantenerlo alejado del calor y de la sequedad".

LACTANCIA EN AL-ANDALUS

Los niños eran amamantados unos dos años, tiempo en el que el padre tenía la responsabilidad sustentar a la madre, aunque se hubieran divorciado o la hubiera repudiado. La leche materna debía ser el único alimento hasta que al bebé le salieran los dientes.
El autor Avenzoar recomendaba que al acabar el periodo de la lactancia materna a los dos años se comenzara con la leche de cabra. Debía evitarse dar al niño cosas amargas y aconsejaba darle dátiles. Averroes aconsejaba evitar el amargo y lo salado.
Aconsejaban darles de comer unas bolitas de sémola, leche y azúcar para que fueran aprendiendo a masticar. A partir de los tres años pueden comer carne de pollitos. Todos los tratados aconsejan moderación y alimentación ligera.

Pila de Xàtiva

LOS CUIDADOS DEL NIÑO

Los médicos árabes aconsejaban el baño diario con agua tibia y en un ambiente templado para que no cogieran frío. Según Averroes:
"En cuanto al ejercicio, es suficiente con moverles la cuna y hacer cosas similares que les calmen el llanto. Por eso es conveniente tener mucho cuidado en evitarles aquello que les apene y altere sus complexiones, alejar de ellos los disgustos en la medida de lo posible y eliminar cuanto antes las causas de su tristeza apartándolos de ellas. A menudo, los niños se ven afectados por el calor, el frío y la suciedad y otras cosas de origen externo.
También las canciones son buenas porque los tranquilizan y los calman. Así es como se debe tratar a los niños hasta que puedan andar, alrededor de los tres años. A partir de entonces deben hacer ejercicio todos los días, al levantarse de dormir. Luego se les darán fricciones, se les bañará y se les alimentará siguiendo las normas adecuadas de cantidad y calidad. [...] Cuando llegue el final del día y pidan la comida, se les dará.

Baños del rey moro, Ronda

FUENTES
- CABANILLAS BARROSO, La mujer en AlAndalus, 
http://www.revistacodice.es/publi_virtuales/iv_congreso_mujeres/comunicaciones/CABANILLASBARROSO.pdf
- CAMILO ALVARES, El niño en Al-Andalus, Escuela de Estudios Árabes de Granada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario