Las rabietas son frecuentes en los niños de entre el año y medio y los tres años.
No lo hacen para fastidiarnos, ni para dejarnos mal delante de la vecina ni de la suegra. No es que los hayamos criado fatal y que toda la paciencia y empatía usada hasta ahora hayan sido un error.
Las rabietas son frecuentes a esta edad porque:
- Los niños aún no han aprendido a manejar la frustración y para que lo vamos a negar, les decimos que no constantemente.
- Además es el momento del "yo sólo" y quieren probar de hacer solos muchas cosas de las que aun no son capaces.
- Además aún están desarrollado sus habilidades lingüísticas y si no son capaces de expresar lo que quieren o sienten, se enfadan de manera incontrolada.
A raíz de ello os pongo este maravilloso dibujo de Rembrandt, en el que una madre intenta sujetar a un niño, que se escapa cual serpiente, patalea, chilla y llora. Para más inri, hay una señora metiendo la nariz y varios niños saliendo tras ella para complicar más la cosa.
¿Qué os parece?
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