Una de las personas que ves continuamente durante el embarazo es a tu ginecólogo/a y hoy me detengo a hablaros de la que se considera la primera ginecóloga de la historia: Trótula de Salerno (1110-1160).
En la época medieval pocas mujeres podían acceder al conocimiento y la cultura, si exceptuamos a aquellas que habitaban en los monasterios. Por ello es tan singular esta mujer, que sin ser monja, ejerció y escribió sobre un tema médico.
Aunque conocemos pocos detalles personales, sabemos que Trótula de Ruggiero estudió en la Escuela de medicina de Salerno y que, posiblemente, fue la mujer de uno de sus fundadores: Johannes Platearius. Se trataba de una escuela de medicina laica a la que tenían acceso las mujeres.
Fue la primera mujer en escribir sobre temas de ginecología y obstetricia y lo hizo con tal acierto que se ha dudado de su existencia durante muchos siglos, ya que algunos autores creían imposible que una mujer tuviera tal conocimiento y capacidad para plasmarlo, que era imposible que fuera médico, como mucho comadrona o enfermera.
Aunque os cueste creerlo, una de las ideas más novedosas que expuso esta mujer del medievo fue la importancia de la higiene.
PASSIONIBUS MULIERUM CURANDORUM
Su obra más conocida e importante fue Passionibus Mulierum Curandorum o Las dolencias de las mujeres. Se trata de una obra de 60 capítulos que hablan sobre el embarazo, el parto, puerperio, fertilidad y otros temas relacionados con la salud femenina. Fue un texto importante en las universidades europeas hasta el siglo XVI.
Este tratado está lleno de sentido común, es práctico, muy al día, muy adelantado al siglo XI en cuanto a cirugía y a los analgésicos, así como en el cuidado de la madre y del niño en el postparto.
Defendió que el uso de hierbas podía mitigar el dolor durante el parto, lo que estaba totalmente prohibido en ese momento.
Insiste en la importancia de la limpieza, en una dieta equilibrada y el ejercicio. Advierte de los efectos negativos de la angustia y el estrés. A pesar de estar escrito en época medieval no menciona supersticiones ni astrología y aconseja remedios sencillos y baratos para los pobres.
Habló también sobre la infertilidad, señaló que es "igualmente frecuente que la concepción se vea impedida por un defeco del hombre como de la mujer". Recomendaba que el mejor momento para la concepción es el último día de la menstruación.
El tratado habla también de temas concretos de la labor del parto, como el apoyo perineal para evitar desgarros, como coserlos en caso de que ocurran "por errores de los que las atiendes". Indica también como dar la vuelta cuidadosamente al niño que viene de nalgas.
Recomienda dar al recién nacido estímulos visuales y auditivos suaves, aconsejaba como elegir una nodriza y como calmar los dolores de los primeros dientes. Trata también males habituales en niños de cualquier época como piojos, lombrices, dolor de dientes, enfermedades en los ojos, sordera, obesidad.
FUENTES
ALIC, M., El legado de Hipatia, Las mujeres y la ciencia experimental en la Edad Media, 2005.
http://lanaranjadelazahar.blogspot.com.es/2007/10/trtula-de-salerno.html
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