sábado, 25 de junio de 2016

LA PRIMERA GINECÓLOGA DE LA HISTORIA: TROTULA DE SALERNO

Una de las personas que ves continuamente durante el embarazo es a tu ginecólogo/a y hoy me detengo a hablaros de la que se considera la primera ginecóloga de la historia: Trótula de Salerno (1110-1160).
En la época medieval pocas mujeres podían acceder al conocimiento y la cultura, si exceptuamos a aquellas que habitaban en los monasterios. Por ello es tan singular esta mujer, que sin ser monja, ejerció y escribió sobre un tema médico.

 

Aunque conocemos pocos detalles personales, sabemos que Trótula de Ruggiero estudió en la Escuela de medicina de Salerno y que, posiblemente, fue la mujer de uno de sus fundadores: Johannes Platearius. Se trataba de una escuela de medicina laica a la que tenían acceso las mujeres.

Fue la primera mujer en escribir sobre temas de ginecología y obstetricia y lo hizo con tal acierto que se ha dudado de su existencia durante muchos siglos, ya que algunos autores creían imposible que una mujer tuviera tal conocimiento y capacidad para plasmarlo, que era imposible que fuera médico, como mucho comadrona o enfermera.


Aunque os cueste creerlo, una de las ideas más novedosas que expuso esta mujer del medievo fue la importancia de la higiene.

PASSIONIBUS MULIERUM CURANDORUM

Su obra más conocida e importante fue Passionibus Mulierum Curandorum o Las dolencias de las mujeres. Se trata de una obra de 60 capítulos que hablan sobre el embarazo, el parto, puerperio, fertilidad y otros temas relacionados con la salud femenina. Fue un texto importante en las universidades europeas hasta el siglo XVI.



Este tratado está lleno de sentido común, es práctico, muy al día, muy adelantado al siglo XI en cuanto a cirugía y a los analgésicos, así como en el cuidado de la madre y del niño en el postparto.
Defendió que el uso de hierbas podía mitigar el dolor durante el parto, lo que estaba totalmente prohibido en ese momento.
Insiste en la importancia de la limpieza, en una dieta equilibrada y el ejercicio. Advierte de los efectos negativos de la angustia y el estrés. A pesar de estar escrito en época medieval no menciona supersticiones ni astrología y aconseja remedios sencillos y baratos para los pobres.
Habló también sobre la infertilidad, señaló que es "igualmente frecuente que la concepción se vea impedida por un defeco del hombre como de la mujer". Recomendaba que el mejor momento para la concepción es el último día de la menstruación.
El tratado habla también de temas concretos de la labor del parto, como el apoyo perineal para evitar desgarros, como coserlos en caso de que ocurran "por errores de los que las atiendes". Indica también como dar la vuelta cuidadosamente al niño que viene de nalgas.


Recomienda dar al recién nacido estímulos visuales y auditivos suaves, aconsejaba como elegir una nodriza y como calmar los dolores de los primeros dientes. Trata también males habituales en niños de cualquier época como piojos, lombrices, dolor de dientes, enfermedades en los ojos, sordera, obesidad.



FUENTES
ALIC, M., El legado de Hipatia, Las mujeres y la ciencia experimental en la Edad Media, 2005.
http://lanaranjadelazahar.blogspot.com.es/2007/10/trtula-de-salerno.html

domingo, 19 de junio de 2016

LA LEYENDA DE LA CARA DEL MORO DE ALICANTE

De Alicante dicen que es la millor terreta del món o lo que es lo mismo, la mejor "tierrita" del mundo. Aprovecho que estamos de fiestas en la ciudad para hablaros de una leyenda que os encantará y se la podéis explicar a vuestros peques.

Uno de los primeros lugares que visité de Alicante hace ya unos años fue el Monte Benacantil y la Cara del Moro. Justo en la fachada marítima, frente a la playa del Postiguet, se alza un monte escarpado sobre el cual se construyó el Castillo de Santa Bárbara. Desde un punto muy concreto de la playa se ve claramente el perfil de una cara masculina, la llamada la Cara del Moro. Visto así en la foto está muy claro, pero os puedo prometer que yo tardé varios años en verla de verdad. La cuestión es saber desde donde mirar.

La leyenda que da nombre a la ciudad de Alicante habla de dos enamorados que vivieron hace mucho, mucho tiempo, hace aproximadamente mil años, en un lugar no tan lejano, Alicante. El califa que gobernaba aquella bella ciudad, levantada junto al Mar Mediterráneo, tenía una hija llamada Cántara, de una belleza sin igual (como todas princesas de todos los cuentos).

Estas fotos son de la hoguera del Polígono de San Blas del 2011
que trataba sobre la leyenda de Alí y Cántara. Aquí tenemos a la bella Cántara.
Una gran cantidad de pretendientes llegaron a la ciudad a pedirle al califa la mano de la joven, entre los cuales destacaron dos: Almanzor y Alí
  • Almanzor era un gran general que ha pasado a la historia, procedente de Córdoba y conquistador y terror de Zamora, Barcelona, Santiago... 
  • Alí, era un joven noble guapo y por lo que se ve con bastante labia y encanto.

El Califa con los dos pretendientes
El califa, ante a la duda, decidió proponerle a los pretendientes una prueba para que la decisión quedara en manos de Alá. El primero en llevar a cabo una gesta que fuera de su agrado, se llevaría la mano, y por supuesto la fortuna, de la bella Cántara. 

Almanzor partió hacia la India a por sedas y especias y abrir así una ruta comercial con el Lejano Oriente.
Alí, en cambio, decidió un trabajo igualmente duro pero intencionadamente cerca de su amada: quiso abrir una acequia que trajera agua a la ciudad desde la zona de Tibi.  Las obras de la acequia comenzaron con buen pie, pero como cualquier obra española acabó a medias y con retrasos, ya que Alí tenía otras cosas más importante a las que dedicarse. Empezó a "festear" a la princesa, a cortejarla, a cantarle romances y hacerle arrumacos varios, de manera que ella cayó rendida a sus pies.
La feliz pareja antes del desastre
Entonces Almanzor regresó. Había cumplido su misión de traer un barco cargado de especias y ricas telas para el Califa, que satisfecho le dio la mano de su hija al trabajador muchacho.
Cuando Alí se enteró de que su amada iba a ser entregada a otro, desesperado se tiró por un barrranco. Al caer al fondo del abismo, la tierra se abrió milagrosamente y brotó el agua de la montaña, llenando la actual presa de Tibi (que fue la principal fuente de suministro de agua de esta ciudad tan seca).

presa de Tibi

Por si no había habido suficiente drama, Cántara al enterarse decidió seguir el ejemplo de su amado y se tiró también de un barranco de la Sierra de San Julián, conocido desde entonces como el Salt de la reina mora.
Y como la cosa no podía ser diferente, el Califa habiendo perdido a su hija predilecta, cayó en una tristeza tan profunda que acabó muriendo de pena. Al cabo de poco tiempo, su triste perfil apareció tallado en lo alto del monte Benacantil y la corte sarracena impresionada por esta historia o culebrón familiar decidió cambiar el nombre de la ciudad por Alicante, para conseguir que los dos amados permanezcan unidos, aunque sea sólo por su nombre, para la eternidad.

En el libro Relatos de una ciudad dormida, he leído que si miras bien, y si realmente estás enamorado, junto la cara del Califa, puedes ver también la cara de la princesa Cántara. Así que ya sabéis, si os acercáis a Alicante buscadlos a los dos justo debajo del Castillo de Santa Bárbara.

viernes, 10 de junio de 2016

UN BEBÉ VIAJERO HA LLEGADO, EL NACIMIENTO SEGÚN LOS INDIOS LAKOTA.

Hoy quería cambiar de continente y trasladarnos al Nuevo Mundo, a América. Ayer encontré en un blo una historia sobre la mujer y el nacimiento entre los indios americanos lakota. Los lakota forman parte de los siuox y estaban asentados en las llanuras de la margen norte del río Missouri. 


EL CAMINO DE LA MADRE LAKOTA

Las mujeres lakota viven, según el mito de la Mujer Bisonte Blanco, las siete etapas del "Camino de la belleza" que son las siguientes:
1. El camino de la hija
2. El camino de la mujer
3. El camino de la madre
4. El camino de la recogedora
5. El camino de la ritualista
6. El camino de la maestra
7. El camino de la sabia.
La mayoría de las que me estaréis leyendo os encontráis en el camino de la madre.

Las creencias de los lakota dicen que una parte del espíritu de la persona o "tun" vive eternamente y vuelve periódicamente a la tierra para encarnarse en un recién nacido. Sin el "tun" el bebé  no podría vivir y como viene de otro lugar los lakota dicen que al nacer un niño: "un bebé viajero ha llegado".
En algunos textos he leído que el tun viaja buscando y elige a los que van a ser sus padres, que se sienten bendecidos.

El nacimiento se considera cruzar una frontera entre la vida y la muerte. A partir de ahí la madre inicia un viaje donde se verá obligada a superar todos los límites conocidos: armonizar sus necesidades individuales con las demandas del bebé recién llegado y aprender la disciplina del sacrificio.

Al pasar por el camino de la madre, la madre asienta sus raíces y florece. Viajará a partir de entonces de la mano de su hijo y se encargará de su educación desde el mismo momento del nacimiento. Las bases de su educación tenían el principio de el desarrollo de las cualidades individuales y el reconocimiento de los derechos de los demás.


EL RECIÉN NACIDO LAKOTA

Los bebés en su primer año de vida eran considerados sagrados y debían tratarse como tales. En el idioma lakota niño se dice wakanyeja, y wakan significa sagrado.
En el momento del nacimiento la comadrona cortaba el cordón umbilical y limpiaba la boquita del bebé. La placenta se envolvía en una piel de ciervo y se colocaba en lo alto de un árbol lejos de los animales. 
Los abuelos hacían unos saquito con la forma de un lagarto de las arenas donde guardaban el cordón umbilical que se colgaba primero en la cuna y luego en las trenzas de la niña. Si no estaba a la vista del niño decían que sería demasiado curioso.
Si vuestros peques son demasiado cotillas, decid como hacían ellos ¿Estás buscando tu cordón umbilical?
 


LA INFANCIA LAKOTA

Los niños aprendían a base de juegos y leyendas. Las niñas tenían muñecas y tipis en miniatura para jugar a casitas, y comenzaban a montar a caballo al mismo tiempo que los niños, sobre los cuatro años. Este juego se llamaba "Skatapi Cik'ala" y sólo lo jugaban las niñas: montaban tipis, llevaban caballos de madera, cocinaban, llevaban y daban de comer a bebés.
Ya desde pequeños participaban en las ceremonias, les enseñaban a manipular la pipa sagrada.
Durante la noche escuchaban historias alrededor de la hoguera: cuentos graciosos, leyendas instructivas, historias mitológicas.
 


martes, 7 de junio de 2016

CRIANDO UN BEBÉ EN AL-ANDALUS

Hoy quería detenerme en un momento de la Historia de la Península Ibérica especialmente rico, el dominio musulmán de gran parte del territorio durante la Edad Media, también conocido como Al Andalus. Cómo serían las mujeres de ese momento y lugar concreto, como vivirían su familia y su maternidad. Nos encontramos con el problema de que en el arte islámico no aparecen representaciones figurativas con las que ilustrar los detalles que quiero dejaros.
El dominio musulmán en la Península se extendió desde el S. VIII hasta el XV, casi ocho siglos de cultura que serán determinantes en nuestra historia. La convivencia de los dos pueblos, el cristiano del norte y el musulmán del sur dio como resultado uno de los momentos históricos más interesantes. 

LA MUJER EN LA CULTURA DE AL-ANDALUS

Los pueblos bárbaros del norte de Europa estaban sumidos en una cultura primitiva y se acercaron a una cultura más elevada y rica llegada de Oriente. A muchos les extrañará, pero era una sociedad más libre e igualitaria. La mujer cristiana no podía expresarse en público, ni ser educada igual que el hombre ni acceder a la cultura.


En cambio encontraremos casos de médicas, poetisas, educadoras... "Por naturaleza y por necesidad ha recaído en manos de la mujer la responsabilidad de iniciar a los niños en el uso de la lengua y en la práctica de la religión musulmana". Entre los muchos oficios que ejercían quería destacaros dos en relación al tema del blog.

-  Qabila o comadrona que no sólo asistía en los partos, sino como testigo legal en caso de la muerte de un niño o de confirmación de un embarazo.

- El oficio de nodriza era muy importante socialmente. Se la contrataba en caso de que la madre estuviera enferma, no tuviera leche o que por su condición social no quisiera amamantar al recién nacido. Algo muy curioso es que se equiparaba el parentesco natural al de leche, no se podían casar los que habían sido amamantados por la misma nodriza, se consideraban hermanos. La tradición, que no siempre se cumplía, obligaba a aquella mujer que daba pecho a abstenerse de tener relaciones sexuales.

LA FAMILIA Y LA MUJER ANDALUSÍ

Pero hoy no hablaremos de la presencia de la mujer andalusí en el ámbito público, sino en el privado, en el de la familia. 

La mayoría de las familias andalusíes eran monógamas, sólo en las familias ricas era frecuente la poligamia. Si lo comparamos con el resto del mundo musulmán en la Edad Media, la mujer andalusí tenía mucha consideración, su opinión era tenida en cuenta y tenía el poder de exigir condiciones a su futuro marido. El juez podía conceder el divorcio solicitado por la mujer, que podía acudir a la justicia para reclamar sus derechos.

La mujer era el núcleo principal de la familia y de la estructura social, desempeñando un papel importante como formadora, educadora y trasmisora de la cultura y los valores sociales. Ella enseñaba, en caso de ser de una familia acomodada, las nociones de lectura y escritura.

La familia era patriarcal ya que el padre era el responsable de cubrir todas las necesidades de la familia, era el cabeza de familia. La esposa contraía unas obligaciones respecto al marido a cambio de recibir de este la dote y la manutención. Ella estaba a cargo de los hijos; según palabras de Al-Maqqari “La mujer es la que siembra a los hijos, es ella la flor del paraíso y la paz de un corazón cansado por el pensar”. 
Añadamos un poco de cotilleo extra. Muchos conoceréis los baños árabes, ¿verdad? En la Córdoba califal llegaron a existir más de 600. Las mujeres iban sólo en el turno de la tarde, donde se lavaban, embellecían, merendaban... Usaban pasta depilatoria, henna, aceite de violetas, perfume de almizcle y jazmín, jabón arcilloso para el cabello, antimonio para realzar la mirada (kohol), corteza de nuez para entintar labios y encías...

EL EMBARAZO EN AL-ANDALUS

La información que tenemos sobre el embarazo y concepción en Al-Andalus es extraordinaria gracias a una obra del médico Arib Ibn Sa'id: El libro de la generación del feto, el tratamiento de las mujeres embarazadas y de los recién nacidos, escrita en el S. X. Recoge el saber de la Antigua Grecia y de los médicos árabes orientales. 
Expone cosas tan curiosas como la manera de saber el sexo del bebé durante el embarazo, dependiendo del tamaño de los pechos de la madre, si el derecho es mayor será niño y si es el izquierdo será niña. También habla de las manchas que aparecen en la cara de las embarazadas, el orden de formación de los órganos,...
Una vez ha nacido el niño comenta que la comadrona lo puede untar con una mezcla de agua, cinamomo, sal, costo, zumaque, alholva y cebada. La persona que lo lave después debe hacerlo con mucho cuidado y debe llevar las uñas muy bien cortadas. "El recién nacido es tan frágil como una flor y hay que mantenerlo alejado del calor y de la sequedad".

LACTANCIA EN AL-ANDALUS

Los niños eran amamantados unos dos años, tiempo en el que el padre tenía la responsabilidad sustentar a la madre, aunque se hubieran divorciado o la hubiera repudiado. La leche materna debía ser el único alimento hasta que al bebé le salieran los dientes.
El autor Avenzoar recomendaba que al acabar el periodo de la lactancia materna a los dos años se comenzara con la leche de cabra. Debía evitarse dar al niño cosas amargas y aconsejaba darle dátiles. Averroes aconsejaba evitar el amargo y lo salado.
Aconsejaban darles de comer unas bolitas de sémola, leche y azúcar para que fueran aprendiendo a masticar. A partir de los tres años pueden comer carne de pollitos. Todos los tratados aconsejan moderación y alimentación ligera.

Pila de Xàtiva

LOS CUIDADOS DEL NIÑO

Los médicos árabes aconsejaban el baño diario con agua tibia y en un ambiente templado para que no cogieran frío. Según Averroes:
"En cuanto al ejercicio, es suficiente con moverles la cuna y hacer cosas similares que les calmen el llanto. Por eso es conveniente tener mucho cuidado en evitarles aquello que les apene y altere sus complexiones, alejar de ellos los disgustos en la medida de lo posible y eliminar cuanto antes las causas de su tristeza apartándolos de ellas. A menudo, los niños se ven afectados por el calor, el frío y la suciedad y otras cosas de origen externo.
También las canciones son buenas porque los tranquilizan y los calman. Así es como se debe tratar a los niños hasta que puedan andar, alrededor de los tres años. A partir de entonces deben hacer ejercicio todos los días, al levantarse de dormir. Luego se les darán fricciones, se les bañará y se les alimentará siguiendo las normas adecuadas de cantidad y calidad. [...] Cuando llegue el final del día y pidan la comida, se les dará.

Baños del rey moro, Ronda

FUENTES
- CABANILLAS BARROSO, La mujer en AlAndalus, 
http://www.revistacodice.es/publi_virtuales/iv_congreso_mujeres/comunicaciones/CABANILLASBARROSO.pdf
- CAMILO ALVARES, El niño en Al-Andalus, Escuela de Estudios Árabes de Granada.